domingo, 24 de febrero de 2013

EL INTERNACIONALISMO OBRERO.


¿Qué motivó el surgimiento de un movimiento obrero de carácter internacionalista? 

La toma de conciencia de los problemas comunes que afligían al proletariado en todas las naciones industriales suscitaba la necesidad de una organización que encauzará la movilización del obrerismo europeo. Dos procesos contribuyeron a la aparición de una organización internacional del movimiento obrero:

- La conciencia solidaria de que los problemas del proletariado eran los mismos en todas las naciones.

- La experiencia de que la acción esporádica de las masas debía sustituirse por una actividad organizada, como pedía Marx. En ese sentido, el fracaso de la revolución de 1848 marcará este planteamiento.

Tras las revoluciones de 1848 hubo un retroceso general de los derechos obreros, sobre todo en lo referente al derecho de sindicación y de huelga. Solo en Gran Bretaña siguieron existiendo Uniones Sindicales (Trade Unions), estrictamente profesionales, olvidando los planteamientos revolucionarios.
A pesar de ello, en 1863, a raíz de la invitación de los obreros británicos, se constituyó en Londres un Comité y se elaboró un llamamiento en el que destacan la necesidad de organizar congresos que reunieses a los obreros de todos los países y para hacer frente común de lucha contra los gobiernos y las prácticas del capitalismo (como la de la patronal británica que a menudo recurría a los obreros del continente para boicotear las huelgas de los tradeunionistas).

  ¿Cuándo se pone en marcha el proyecto? 

Tras numerosos contactos y correspondencia entre británicos y franceses se convocó en el Saint-Martins Hall de Londres, el 28 de septiembre de 1864, una reunión a la que asistieron dirigentes trade-unionistas británicos, franceses de diversas tendencias, políticos y líderes obreros de varios países, algunos emigrados políticos alemanes, entre ellos Marx. Se trata de un grupo heterogéneo desde el punto de vista ideológico (marxistas, proudhonianos, cartistas, socialistas de todas las tendencias) y social (mayoría de obreros, abogados, políticos y filántropos)  pero se formó un comité para redactar los estatutos de una posible asociación internacional.

¿Qué principios inspiraron la I Internacional? ¿Cuál fue el papel de Marx en la génesis de la A.I.T?                                                                                                                           

Marx asistió pasivamente a la primera sesión y sólo comenzó a actuar tras varias propuestas fallidas. En octubre un subcomité  elabora los estatutos y una declaración de principios, a Marx se le encarga un Llamamiento inaugural de la Internacional donde subraya varias ideas clave:

1. La Internacional no debe abolir las asociaciones nacionales, de diferente ideología en muchos casos, sino potenciar a escala mundial su actividad.

2. La emancipación de la clase obrera será obra de los propios trabajadores.

3. No habrá emancipación sin lucha por el poder político.

Estos postulados quedaron reflejados en el Preámbulo de los Estatutos de la Internacional y la Marx termino por configurarase como el pensador principal. Se acuerda que se celebrará un congreso anual y se crean dos órganos: un Consejo General, órgano ejectuvo entre congresos, en el que estaban todas las secciones nacionales, y un Congreso, órgano máximo de decisión.

¿Qué debilidades y problemas tuvo la I Internacional?

Podríamos indicar las siguientes:

1. La influencia numérica de la Primera Internaciona fue modesta. En su momento de apogeo, mientras las Trade Unions británicas contaban con más de 800.000 afiliados, la AIT no tenía más de 50.000 en Gran Bretaña.

2. Al apoyar la Internacional las huelgas en los distintos países, los gobiernos tomaron medidas contras sus ramas nacionales.

3. Pluralismo de objetivos (huelgas, pacifismo, gradualismo,revolución, mutualismo, vía parlamentaria, etc..) y grupos que obstaculizó  el funcionamiento de la asociación.

4. La guerra franco-prusiana de 1870 supuso una crisis de conciencia (se repetirá en la guerra del 14), al solidarizarse parte del proletariado antes con su nación que con su interés de clase.

No obstante, fueron los conflictos ideológicos entre los sectores anarquistas y los socialistas marxistas la traba más fuerte para la consolidación de la I Internacional. Primero la oposición entre Marx y los seguidores de Proudhon (partidarios del mutualismo, la ayuda mutua y el rechazo de las vías revolucionarias ) y marxistas (socialización de los medios de producción y huelga como mecanismo de presión) y, en segundo término, el duro debate entre Marx y Bakunin. 

En los primeros Congresos los proudhonianos imponen sus criterios. Sin embargo, desde los Congresos de Bruselas (1868) y Basilea (1869) triunfan las tesis marxistas. Precisamente en Basilea hace su aparición un nuevo personaje, Mijail Bakunin. Éste había fundado en 1868 la Alianza Internacional para la democracia socialista  que contaba con buena parte del apoyo de las secciones nacionales italiana, española, suiza y francesa. Pidió la adhesión  a la I Internacional que, a pesar de la oposición de Marx, se materializó en este año.

A partir de aquí y en los sucesivos Congresos se desarrollaron agrios debates entre los dos grandes teóricos del movimiento obrero. Aunque tanto marxistas como bakuninistas o anarquistas pretendía un mismo objetivo (la revolución social así como la instauración de una sociedad sin clases) sus puntos de divergencia constituyen un abismo insalvable materializado en el Congreso de La Haya de 1872 con el resultado de que Bakunin y los delegados bakuninistas de España, Italia y Suiza quedaron en minoría y fueron expulsados de la Internacional. No obstante, los anarquistas convocan otro congreso en Saint-Imier para rechazar los postulados del marxismo  y definen su posición: antiautoritarios contra el socialismo autoritario de Marx (en el centro del problema está la diferente concepción del poder revolucionario).

El debate teórico entre Marx y Bakunin.

Diferente concepción de la historia. Marx concibe la historia como un proceso de fuerzas suprepersonales (lucha de clases, modos de producción, relaciones de producción) mientras Bakunin centra su atención en el hombre concreto, al que considera capaz de vencer las fuerzas de la historia. Bakunin es más individualista.

Diferente concepción de la estrategia revolucionaria.Para Marx la revolución social ha de prepararse, con una primera fase de toma de conciencia, y será protagonizada por el proletariado industrial. Para Bakunin las accciones individuales y los actos espontáneos pueden crear una situación revolucionaria, además, considera a los campesinos (jornaleros) como las masas revolucioanrias en potencia. El anarquismo se difundió más por los países de base agraria e insuficiente industrialización como España y Rusia.

Diferente concepción del Estado (punto clave de su desacuerdo). Para Marx el objetivo de la revolución social es la conquista del Estado y la implantación de una dictadura del proletario transitoria (Dictadura en el sentido de gobierno provisional y no de gobierno autoritario) hasta la abolición de las clases sociales mediante el principio de “a cada cual según su capacidad, a cada uno según sus necesidades”  mientras que Bakunin era partidario de la destrucción del Estado y de todas las instituciones que los sostienen (ejército, Iglesia, etc.) y sustituirlo por una libre federación de comunas. A sí mismos los anarquistas se llaman “socialistas antiautoritarios”. En ambos autores tenemos un análisis del poder, en Marx más estratégico, en Bakunin más idealista.

Diferente concepción de la política. Para los marxista el juego político, la intervención en las elecciones y parlamentos es un medio, aunque no el fin último, para el anarquismo, apolíticos por princio, partidos y sindicatos son organismos de poder y el juego electoral y parlamentario, lo que les resto influencia.

Diferente concepción de la Internacional. Bakunin era partidario de una organización descentralizada y se oponía al dominio del Consejo General sobre las secciones obreras.

La experiencia de la Comuna. El debate sobre el gobierno obrero. 

La Comuna de París fue, a pesar de su brevedad (septiembre 1870 y marzo- mayo de 1871), la primera experiencia de gobierno obrero. En su origen debemos tener en cuenta los siguientes acontecimientos:

a) Las pérdidas humanas y la  rápida derrota militar de Francia en Sedán (guerra franco-prusiana) dejo un vacío de poder en el Estado francés. El último gobierno del Segundo Imperio había huido a Versalles.

b) El anunció de un armisticio con Alemania.

c) La imposición de Bismarck (los prusianos llegan a París en enero de 1871) de la convocatoria de unas elecciones a la Asamblea Nacional (sin apenas propaganda electoral, listas electorales, ni participación del electorado) dan como resultado la formación del primer gobierno de la nueva III República Francesa bajo un gobierno conservador liderado por Thiers, no así en París, donde sale una Asamblea Popular. 

d) El avance de las tropas alemanas que amenazan con bombardear París desató el levantamiento de la ciudad. 

Desde septiembre de 1870 París había quedado en manos de comités de distrito, con un comité central, que tenía bajo sus órdenes a los 66.000 hombres de la guardia nacional.  De las elecciones de 1871 sale una Asamblea Popular formada por diferentes grupos políticos (republicanos radicales, jacobinos, blanquistas, proudhonianos, bakuninistas). En estas circunstancias se inició en París una revolución de carácter democrático y socialista que tiene su programa en la Declaración al pueblo francés del 19 de abril. Durante su breve gestión, la Comuna intentó:
- Organizar un nuevo modelo político formado por comunas autónomas directamente elegidas por el pueblo.
- Derecho ilimitado de reunión y prensa.
- Enseñanza gratuita, obligatoria y laica.
- Supresión del trabajo nocturno.
- Se ensaya la autogestión obrera de los talleres abandonados.
- Se requisan los pisos vacantes.
- Se decreta (redactado por Courbet) la liberalización del arte.

La Comuna fue una experiencia urbana, con gran repercusión internacional, pero con un seguimiento reducido a ciudades como Lyon, Marsella o Saint Etienne y sin lograr movilizar al resto de Francia. En ese contexto, las tropas del gobierno de Thiers avanzan hacia París. Mac Mahon con 170.000 hombres ha de entablar duras batallas, durante los meses de abril y mayo, para entrar en la capital. La represión dirigida por el general Gallifet es durísima, es la llamada “Semana Sangrienta” que se convirtió en una auténtica guerra civil urbana, siendo procesados 47000 communardes, de los cuales 30.000 fueron fusilados.

Los acontecimientos de la Comuna fueros interpretados por los contemporáneos de modos muy diversos.

* La versión conservadora y burguesa la consideró como una explosición social que puso en peligro los intereses de las “clases laboriosas”. La mayoría de los gobiernos europeos, alarmados por los sucesos de la Comuna, que consideraban fruto de la agitación internacionalista, persiguió a la AIT, a la que declararon fuera de la ley.

* Marx, en su obra La guerra civil en Francia, consideró la Comuna como el primer intento de crear un gobierno revolucionario equivalente a su idea de dictadura del proletariado. En la Comuna, el Estado pasó de ser opresor a emancipador de la clase obrera.

* Para Bakunin y el anarquismo fue una primera experiencia de sustitución del Estado por una organización comunal y de autogestión obrera.

¿Contribuyó la Comuna al hundimiento de la I Internacional?

La derrota y represión de la Comuna tuvo efectos en la política de la AIT. Marx opinaba que el fracaso de ese primer gobierno obrero se debía a la falta de un programa político coherente y de una organización adecuada. Bakunin, por el contrario, destacaba como virtud el carácter espontáneo y popular del movimiento. Las diferencias se van a centrar en la concepción centralizada del gobierno revolucionario marxista frente al federalismo anarquista y la imputación de unos a otros de la responsabilidad del fracaso de la Comuna.

Por otro lado, la mayoría de los gobiernos europeos, alarmados por los sucesos de la Comuna, que consideraban fruto de la agitación internacionalista, persiguió a la AIT, a la que declararon fuera de la ley.
Disolución.

Tras el Congreso de La Haya Marx y sus seguidores deciden el traslado del Consejo General de Londres a Nueva York, en 1876 en el Congreso de Filadelfia se acuerda la disolución. El anarquismo osci­ló desde entonces entre la táctica «insurreccional» de Bakunin y la «colectivista» de Kropotkin y el mar­xismo, por su parte, fortaleció la tendencia a crear partidos políticos obreros, independientes de los par­tidos burgueses.

Los Partidos Socialistas y la II Internacional.

La Segunda Internacional fue fundada en 1889 en París. Se constituyó en la gran organización obrera mundial. Nota diferencial de la II Internacional es el respeto por las diferentes opciones de los partidos nacionales, entendiendo la organización como una federación que, a diferencia de la I Internacional, no impone acuerdos y acepta la pluralidad de estrategias. No obstante, el innegociable apoliticismo de los sectores anarquistas provoca su expulsión en los congresos de Zúrich (1893) y Londres (1898). El viejo debate Marx-Bakunin se reproduce entre Malatesta y Bebel.

Los años que van de 1875 a 1914 se caracterizaron por la fundación y la consolidación de partidos socialistas, de orientación marxista, en toda Europa. En 1875, mediante la fusión de dos organizaciones obreras alemanas en el Congreso de Gotha, se fundó el Partido Socialdemócrata Alemán (SPD). Dos años más tarde, este grupo contaba con medio millón de votos, por lo que le correspondieron doce diputados en el Reichstag (parlamento alemán). En 1890, el número de votos se triplica¬ba, y ya conseguía 35 escaños.

En 1879, un grupo de marxistas españoles, dirigidos por Pablo Iglesias, fundó el Partido Socialista Obrero Español (PSOE), un año despúes el Partido Socialdemócrata Danés. En Francia el socialismo se encuentra dividido en dos tendencias, la rama dirigida por Guesde, más ortodoxa y, la otra rama que seguía al intelectual Jaurés. Jaurés consiguió una síntesis, aceptando las elecciones y la vía parlamentaria junto a la huelga y los golpes revolucionarios. Las dos ramas se unieron a partir de 1905 formarndo el Partido Socialista Francés.

En los años siguientes se constituyeron el Partido Socialdemócrata Holandés, el Partido Obrero Belga, el Partido Obre¬ro Socialdemócrata Austríaco, el Partido Socialista Sueco, la Federación Socialdemócrata Inglesa, etc. En 1893 se fundó en Gran Bretaña el Independent Labour Party y, en 1906, el Partido Laborista, que unificaba diversos grupos socialistas y sindicales; ocho años después, este partido tenía ya un millón y medio de afiliados.

El Partido Socialdemócrata Alemán se consideraba la organización modélica que la mayoría de los partidos socialistas debía intentar imitar. Cualquier ciudadano podía inscribirse y, fuera joven, mujer, parado o jubilado, disponía de su propia organización dentro del partido. Una compleja red de asociaciones, cooperativas, casas del pueblo o centros cul¬turales hacía de la socialdemocracia una especie de sociedad alternativa, en la que se podía compartir una cultura específicamente obrera.

La Segunda Internacional tampoco estuvo libre de debates ideológicos internos:

a) La tendencia revisionista, que tiene en E. Bernstein y su libro Las premisas del socialismo y la misión de la socialdemocracia el principal exponente. Considera errónea la tesis de Marx de crisis del capitalismo y defendía la necesidad de actuar en la vida política para lograr reformas sociales, lo que suponía establecer alianzas del socialismo con partidos no obreros.
b) La tendencia evolucionista representada por el checo Kautsky. Defendía el carácter inevitable del derrumbe del capitalismo, por lo que era contrario a la revolución y aconsejaba una posición de quietud y espera. Mientras tanto se reclama el sufragio universal (incluido el femenino), enseñanza laica y jornadade 8 horas.

c) La tendencia ortodoxa está dirigida por Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht, quienes critican el reformismo, a la izquierda de la ortodoxia estaría el socialismo ruso de Lenin que no aceptan ningún cambio en las tesis marxistas y la estrategia revolucionaria.

Además de los debates teóricos, en torno a las versiones ortodoxas o revisionistas del pensamiento de Marx, se plantearán grandes cuestiones:

a) De índole táctica:

1. La posibilidad de participar en posibles gobiernos de coalición (ministerilismo) con partidos burgueses (republicanos). El primer socialista en hacerlo será en francés Millerand.

2. La Huelga General Revolucionara. Se acepta la huelga como mecanismo de presión pero no como golpe de fuerza revolucionario.

b) De índole internacional:

1. La cuestión colonial. En el Congreso de Stuttgart (1907) de proclemá el deber de combatir la explotación colonial y el imperialismo.

2. La posibilidad de la guerra. La política de bloques (Paz Armada de 1870-1914) suscita la cuestión de la guerra y la paz y otro más profundo nacionalismo o internacionalismo. En el Congreso de Basilea de 1912 el socialismo se define antimilitarista y pacifista. El 4 de agosto de 1914 el Partido Socialdemócrata alemán vota en el Parlamento los créditos de guerra, es el golpe tremendo que rompe el ideal marxista de que el obrero no tiene patria, el internacionalismo es el primer herido de guerra.

Entre los años 1914 y 1917 la Primera Guerra Mundial y la Revolución Rusa liquidaron la Segunda Internacional. La Revolución Rusa abría un interrogante: si debía seguirse la vía bolchevique revolucionaria en todos los países. Finalmente los partidos comunistas crearon su propia organización: la Tercera Internacional en 1921.






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